lunes, 8 de septiembre de 2008

25 años de autonomía


PRESENTACIÓN DEL LIBRO:
"Transición Política y 25 años de autonomía (25 años de la historia reciente de Extremadura 1978-2003)
Marcelino Cardalliaguet Quirant


Señoras y Señores. Queridas amigas y amigos:

Quizá la persona menos adecuada para presentar un libro sea su autor; y esto en razón de que él ve su obra desde un punto de vista distinto a los demás; pues la contempla desde dentro, desde antes de nacer; como los padres creen ver a sus hijos. De ahí que nunca puedan, ni se les autorice, a juzgarles.

En esta presentación, ante todos ustedes y abusando de su amabilidad, podría extenderme en ensalzar las virtudes literarias y expresivas de mi libro: de la imparcialidad política sobre la que le he construido, de su trasparencia y ecuanimidad en la descripción de los hechos que narra, de su brevedad y justeza.

Pero no lo voy a hacer así, porque estas virtudes ‑ en caso de que las tenga ‑no se deben, ni a su enjundia literaria, ni a su autor; sino a los méritos de sus protagonistas; a la emoción del momento que narra, vivido por los españoles y por los extremeños y a la responsabilidad y equilibrio de un pueblo que tuvo la sabiduría y el acierto de comprobar que el futuro de la nación no se podía labrar destrozando o renunciando al pasado, o sembrando de dolor unos recuerdos y experiencias ya de por sí bastante dolorosos y lejanos; sino mirando en la distancia sobre el tiempo pasado para diseñar un nuevo camino que fuera ancho ‑ para que cupieran todos los españoles ‑ ; recto, para no tener que irlo rectificando a cada revuelta o curva de su trazado; y llano, para evitar tropiezos y trompicones en la ruta histórica que se abría ante el pueblo caminante.

Pues, a nuestro modo de ver, el conocimiento detallado de estas dos décadas y media de la historia de España, ‑ y por consiguiente, de la historia de Extremadura, ‑ es de una importancia más que meridiana, ya que de este conocimiento ha de partir el impulso creativo y renovador que haga desembocar a esta región en unas nuevas 'perspectivas y esperanzas para este siglo que entra, sin tropezar en las mismas piedras ni hundirse en los mismos lodazales en los que se atoraron los extremeños de épocas pretéritas y en los momentos más inmediatos de su historia.

Mi libro no es, en definitiva, más que una sencilla referencia a unos colectivos y a unas personalidades que desde Extremadura pero con amplitud y rectitud de miras ‑ contribuyeron honrada y desinteresadamente a construir ese camino ‑ ancho y llano ‑ que llamamos "Constitución Española", destinado a marcar el rumbo a todo el pueblo y a todo el país. Y ese otro camino, más pegado al terruño y a nuestros problemas directos que llamamos "Estatuto de Autonomía".

Todo efecto o fenómeno histórico debe explicarse en su propia lógica histórica; y fenómenos o hechos como la Constitución Española de 1978, o como el Estatuto de Autonomía de Extremadura, deben ser comprendidos en el contexto en el que nacieron y en las circunstancias en las que fueron completados.

Mi labor como autor ha sido recopilar, ordenar y describir con datos y detalles cómo se iniciaron ambos diseños en qué escollos envararon los debates políticos o las esperanzas ciudadanas; y, finalmente, cómo se llegó a las fórmulas de consenso que hicieran posible su maduración. El trabajo ha sido recio y lleno de sinsabores, pues ha habido que desplegar toda una trama de búsquedas e indagaciones no siempre exitosas.

Así como la información de carácter nacional se encontraba ya decantada y organizada en folletos periodísticos, anuarios, reportajes y memorias, publicadas por todos los grandes rotativos madrileños de difusión general, ‑como pongo de manifiesto en la introducción de mi trabajo, ‑ las referencias más concretas a Extremadura y a sus políticos del momento, había que rastrearlas en fuentes muy diversas ‑ aparte de los periódicos regionales: HOY y EXTREMADURA ‑ y en publicaciones variopintas, no siempre fáciles de localizar; a no ser porque mi trabajo anterior en la GRAN ENCICLOPEDIA EXTREMEÑA ya me había deparado recursos e informaciones "a pie de obra" de las que pude disponer para este libro.

Sede de la Asamblea de Extremadura

Se comenzaba la "Transición", allá por la difícil década de los setenta, desde muy abajo y con mucho barro en los pies: por eso he creído oportuno comenzar con un capítulo que se llamase " Las herencias de una larga dictadura". No para reavivar viejos rescoldos, ya felizmente apagados, sino para resaltar el esfuerzo de aquellos primeros líderes democráticos que aún chapoteaban en un lodo peligroso que podría salpicarles y destruirles.

¡A punto estuvo de suceder esto en el desdichado incidente del 23F del año 1981! El "tejerazo", como se le bautizó en los periódicos de la época.

Por supuesto: mi trabajo fue tomando cuerpo en Extremadura y para analizar los últimos años de la historia de los extremeños.

No en una isla solitaria y lejana, sino de una Comunidad Autónoma cuyos líderes políticos y cuyos vecinos y habitantes sintieron siempre un fuerte lazo de solidaridad nacional y de cooperación interregional, en la que España siempre fue España, y no se la sustituyó por "este país", como ocurría en otros ámbitos políticos.

Podemos decir, pues, que el eje axiomático de mi trabajo ha sido, ‑ como lo pueden comprobar todos aquellos que lo lean, ‑ la cohesión esencial entre la conquista de la democracia en la España plural y en la Extremadura solidaria, en la que pervive y se agranda ese sentido de ayuda, de colaboración y de entendimiento con todas las gentes y los territorios de la nación, donde surgieron otras Comunidades Autónomas, en las que, por diversas circunstancias, vivían muchos paisanos extremeños desde hacía años, que cooperaron sensiblemente a su desarrollo y riqueza.

En las posiciones de salida de todas las provincias y regiones españolas para la dura carrera que se adivinaba en esta "Transición política", Extremadura partía desde una línea muy retrasada con relación a otros ámbitos geográficos más favorecidos por anteriores regímenes, y con indicadores económicos negativos y bloqueados, en razón inversa al desarrollismo de la etapa precedente.

De entre los capítulos que forman el volumen, he dedicado uno que considero de la mayor importancia a analizar la lenta penetración de estas ideas en las estructuras políticas y administrativas locales y provinciales; viejos recovecos políticos en los que tradicionalmente se enquistaba el "caciquismo" y la corrupción.

La democracia llegó a los ayuntamientos en los primeros años de la "Transición"; si bien, todavía durante los cursos de 1977 y 1978, las Corporaciones Locales y Provinciales continuaron en manos de los gestores de la caída Dictadura, hasta 1979 en que terminaría el proceso de "liquidación y derribo" de las viejas estructuras ligadas al Movimiento Nacional.

También en las altas esferas nacionales fueron muchos los extremeños que pusieron su granito de arena para este complejo proceso de transición con gran prudencia y habilidad.

Desde todas las esquinas del arco ideológico, estos políticos bisoños supieron engarzar y entretejer. prudentes posicionamientos con trabajos, afanes y tareas que les obligaban frecuentemente a recorrer las carreteras de Madrid a Extremadura, las que surcaban y unían todos los puntos de la región, y las que enlazaban Extremadura con otros centros de decisión de todo el país. Alguno de ellos dejó la vida en estos afanes y en estos interminables viajes de trompicadas campañas electorales.

Pero donde más paisanos se significaron y demostraron su valía y dedicación fue en los arcanos y campañas de la política municipal, provincial y autonómica; campos en los que hubo primero que desbrozar y desarraigar viejos vicios y malos usos que tenían hipotecados ayuntamientos y diputaciones. Pues la noción de "autonomía" era tan nueva y estaba tan deshilvanada en Extremadura que se tardó algún tiempo en asimilar su significación real, y en adecuar la mentalidad social a lo que habría de ser un autogobierno no dependiente de Madrid, ni de los círculos caciquiles que siempre hablan manipulado la región desde las oficinas y despachos capitalinos, sin contar para nada con las opiniones e intereses de los extremeños residentes en la propia Extremadura.

No es el momento de extenderse en nominaciones puntuales de personas o situaciones, que ya están suficientemente citados y subrayados en los diversos capítulos del libro; pero todos ellos, desde los puestos de gobierno, o desde la leal oposición supieron labrarse un merecido renombre por el que recibir el humilde homenaje que yo les dedico en esta pequeña obra.

He de advertir, no obstante, que esta referencia a la transición política y a la autonomía en Extremadura ‑ estos veinticinco años de la historia reciente de nuestra Comunidad Autónoma ‑ no se agota en la vida política ni en el nuevo sentido constitucional y democrático a que dio lugar el proceso en todo el resto del país; dedico también amplias y puntuales referencias al florecimiento cultural y artístico de la región, a la proyección nacional e internacional de Extremadura y a su presencia y su relieve indiscutible en eventos y acontecimientos de dentro y fuera de España; que, sin duda, han hecho cambiar el concepto y el juicio que sobre Extremadura se había forjado por mor y causa de muchos siglos de aislamiento.

Extremadura estuvo brillantemente presente en la Exposición Universal de Sevilla y en las Olimpiadas de Barcelona; los fastos de esta brillantez los recojo también como datos importantes porque marcaban igualmente un tránsito y un cambio sustancial en la región.

Veinticinco años de Constitución democrática en España y veinte años de autonomía política en Extremadura han forjado y consolidado un nuevo marchamo,, una nueva personalidad histórica entre las gentes y vecinos de nuestros pueblos y comarcas. Una nueva forma de miramos y aceptamos por parte de las gentes que desean tener referencias directas y verdaderas de nuestra tierra y de nuestra historia.
Ya no es esta la "tierra extrema y du
ra" de los tópicos y prejuicios del pasado. Ya es una tierra amable, abierta, transparente y culta que ofrece a sus gentes y a sus visitantes un ambiente de amistad, hospitalidad y originalidad en sus manifestaciones. Esperemos no perder nunca más, en el futuro, esta nueva imagen de nuestra tierra, acrecentándola con nuevas aportaciones y paisajes.

Quizá nunca haya conocido esta región una proyección hacia el exterior tan sonora y polícroma como la que ha proyectado en estos veinte años de autonomía; pues sin poseer grandes urbes ni extraordinarios monumentos que exhibir, ha sabido hacerse atractiva, hospitalaria y amable 'para sus propios vecinos y para los que se han acercado a ella, y ha tenido la habilidad de trasmitir al exterior imágenes distintas de las tópicas que siempre la habían acompañado

Espero que mi libro constituya un hito y un recuerdo perenne para estos inolvidables veinticinco años de nuestra historia reciente, y que los lectores encuentren en él la calidad literaria y la solvencia informativa que yo espero haberle dado.

Agradezco muy cordialmente el apoyo y la amabilidad de todos los que han hecho posible esta edición, especialmente a la Asamblea de Extremadura que la ha patrocinado. De la misma manera que agradezco su aportación al Periódico "Extremadura", que ha puesto "caras" e imágenes a la narración con esas espléndidas fotografías que constituyen ya por sí mismas un magnífico documento iconográfico para ilustrar los acontecimientos.

Con su amabilidad se ha podido completar la edición de ese notable apéndice de fotos, que es toda una exhibición periodística.

De la misma manera, debo agradecer los fragmentos y recortes de prensa del periódico "HOY" que subrayan con su presencia otro de los apéndices del volumen, dando testimonio de lo más destacado y sobresaliente que en él se narra. Ya que, en su día, estos titulares y reportajes fueron la mejor base documental en la que apoyar el cabal conocimiento de aquella movida realidad.

Todos creo que hemos contribuido ‑ con palabras, fotografías y reportajes ‑ a que tan señalada efemérides, que es un hito imborrable en la gran historia de nuestro siglo, no caiga en el olvido durante las próximas generaciones de extremeños del siglo XXI, y en ello hemos de empeñar palabra y vida; pues de las buenas palabras y de los rectos afanes depende mucho nuestro futuro y la brillantez de nuestra historia.

Muchas gracias a todos por vuestra presencia.

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